El arte en Black Sails

Una de las cosas que me apasionan es la forma en que la historia del arte está presente en la actualidad, en nuestro día a día, en todas partes y sin que apenas nos demos cuenta. En el cine, en la publicidad, en la moda o en las series. Por eso, hoy vengo hablaros de la serie Black Sails, de Starz, que ha empezado a emitirse recientemente. Y, más concretamente de su intro -que me obesiona desde que vi el primer capítulo hace un par de días-, dirigida por Karin Fong y Michelle Dougherty, y de la presencia en ella de la historia del arte. 

En un primer visionado la intro es, sin duda, preciosa, sugerente y cargada de detalles. Cuando la observamos un poco más pausadamente, son bastantes las referencias a la historia del arte que podemos encontrar.

 

En primer lugar, toda la intro se compone de esculturas que retratan la vida pirata que recrea la serie y nos trasladan al pasado a través de arquitecturas góticas y motivos del Barroco o el Rococó.

Pero el homenaje a la historia del arte no se limita a simular diferentes estilos artísticos, sino que va más allá y recrea la obra de artistas concretos, entre los que he reconocido a Gian Lorenzo Bernini, August Rodin y Kris Kuksi. Vamos a verlo más detalladamente.

Esa mano agarrando ese muslo que veis en la imagen superior no son otros que los de Plutón y Proserpina en El rapto de Proserpina de Bernini. La postura de los cuerpos, la forma en que están colocados los dedos, la forma en que el mármol del muslo se deforma bajo la presión de los dedos, como si el material se ablandase en las manos del escultor, pura carnalidad...; es una de las imágenes más emblemáticas de la historia del arte, seguro que sois muchos los que la habéis reconocido.

 

Aquí, el estilo, el cambio del material pétreo predominante, los gestos..., todo me recuerda a Rodin, y estoy casi segura de que me recuerda a una obra concreta, pero ahora mismo no sé cuál. O tal vez es sólo que el gesto me recuerda a los viejos y los locos de Goya y Gericault.

 

 

Este esqueleto, tan semejante a los que podemos encontrar en cualquier iglesia, representando a la Muerte dispuesta a segar nuestra vida, recordándonos la mortalidad de nuestra carne... La Muerte contrapuesta a la belleza, la juventud y la carnalidad, como en un cuadro de Vanitas.

Y el conjunto escultórico que alberga todos estos detalles, que está, cuanto menos, inspirado en la obra del artista contemporáneo Kris Kuksi y sus minucionas y detalladas obras de carácter surrealista e inspiración Rococó. Podríamos pasar horas desgranando todos los detalles.

Y todo ello creando una imagen perfectamente cohesionada a partir de múltiples referencias alejadas por siglos de distancia. Una obra de arte de un minuto de y medio de duración.